Vida saludable: Pediatría
Ayudar a tus hijos a controlar el asma
¿Qué es el asma y cuáles son los síntomas?
El asma es una enfermedad respiratoria que afecta a los pulmones y es la enfermedad a largo plazo más frecuente en los niños. Los síntomas del asma incluyen:
- Episodios repetidos de sibilancias
- Falta de aliento
- Opresión en el pecho
- Tos nocturna o matutina
Si tu hijo tiene asma, la tendrá todo el tiempo, pero solo tendrá ataques de asma cuando algo le moleste los pulmones.
Se desconoce qué causa el asma y no hay cura, pero se puede controlar si tú:
- Conoces las señales de un ataque.
- Te mantienes alejado de objetos que puedan desencadenar un ataque.
- Sigues los consejos de tu proveedor de atención médica.
¿Cómo sabes si tu hijo tiene asma?
Particularmente en niños menores de 5 años, el asma puede ser difícil de diagnosticar. Recibir chequeos regulares que incluyan el control de la función pulmonar de tu hijo y el control de alergias puede ser de gran ayuda.
Si sospechas que tu hijo puede tener asma, un examen de la función pulmonar puede confirmar si tiene la condición. La prueba mide la mayor cantidad de aire que puede exhalar después de respirar profundamente.
¿Cómo se trata el asma?
Por lo general, los médicos recetan medicamentos para ayudar a tratar el asma de tu hijo. Hay una variedad de métodos para administrar medicamentos para el asma. Pueden inhalarse por la boca o administrarse mientras se respira. Algunos se pueden tomar como una píldora.
Existen dos tipos de medicamentos para el asma: los de alivio rápido y los de control a largo plazo. Los medicamentos de alivio rápido controlan los síntomas de un ataque de asma, mientras que los medicamentos a largo plazo ayudan a tu hijo a tener menos ataques y más leves. Sin embargo, los medicamentos a largo plazo no ayudan durante un ataque de asma.
Cosas que puedes hacer para reducir el riesgo de un ataque de asma
Las siguientes son algunas cosas que puedes hacer para ayudar a reducir el riesgo de un ataque de asma.
- Evita la contaminación atmosférica — presta atención a los pronósticos de calidad del aire en la radio y la televisión y planifica tus actividades para cuando los niveles de contaminación del aire sean bajos si la contaminación del aire agrava el asma de tu hijo.
- Elimina las cucarachas – si hay cucarachas en tu hogar, toma medidas para deshacerte de ellas. Las cucarachas y sus excrementos pueden provocar un ataque de asma.
- Animales domésticos – las mascotas peludas pueden provocar ataques de asma. Si sospechas que tu mascota desencadena ataques en tu hijo y no quieres encontrar otro hogar para tu mascota, báñala semanalmente, mantenla fuera del dormitorio de tu hijo y aspira a menudo para limpiar cualquier cosa que pueda desencadenar un ataque de asma.
- Moho – asegúrate de que tu casa esté completamente libre de moho. Mantén el nivel de humedad en tu hogar entre el 35% y el 50%.
- Humo de tabaco de segunda mano – asegúrate de que tu hijo no inhale humo de segunda mano y no dejes que nadie más fume a su alrededor.
- Ácaros del polvo – usa fundas de colchón y fundas de almohada para crear una barrera entre los ácaros del polvo y tu hijo. No uses almohadas, edredones o acolchados rellenos de plumas. Retira los peluches y evita el desorden en el dormitorio de tu hijo.
Al estar informado y tomar algunas medidas de precaución, puedes ayudar a controlar el asma de tu hijo y reducir el riesgo de ataques de asma.
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