Vida saludable: Ortopedia
Ejercicio para la artritis
El ejercicio y la artritis son dos palabras que generalmente no se usan juntas. Pero deberían usarse. El ejercicio para los enfermos de artritis es muy importante porque la actividad física regular puede ayudar a disminuir el dolor y la fatiga articular, aumentar la fuerza y la flexibilidad, y controlar la hinchazón y el dolor articular. El ejercicio también ha demostrado que aumenta la energía y mejora el sueño y el bienestar general. El ejercicio no agravará el dolor ni la rigidez articular. En realidad, ocurre lo contrario. No hacer ejercicio para la artritis en realidad puede debilitar los músculos y el tejido circundante, lo que resulta en menos soporte para los huesos y más estrés en las articulaciones.
Iniciar un programa de ejercicios
Entonces, ¿cómo empiezas a hacer ejercicio si tienes artritis? Puedes comenzar hablando con tu médico para determinar qué tipo de ejercicio es bueno para ti. Los objetivos de un programa de ejercicios deben centrarse en el rango de movimiento y estiramiento para aliviar la rigidez, fortalecer los músculos para sostener y proteger las articulaciones y el ejercicio aeróbico para ayudar con la condición física general. Es importante recordar realizar actividades físicas regulares dirigidas a todo el cuerpo, no sólo a las articulaciones afectadas por la artritis. Además, habla con tu médico sobre si debes evitar hacer ejercicio durante los brotes agudos. Algunos proveedores de atención médica recomiendan a los pacientes descansar durante estas situaciones.
Tipos de ejercicio para la artritis
El ejercicio no tiene que ser vigoroso para proporcionar beneficios para la salud. Los ejercicios de estiramiento suave, que se deben realizar todos los días, implican mover las articulaciones a través de su rango normal de movimiento, como levantar los brazos por encima de la cabeza. Estos ejercicios de flexibilidad se pueden hacer para ayudarte a calentar antes de los ejercicios más vigorosos y luego de nuevo para enfriarte y relajarte. Otros buenos ejercicios de rango de movimiento incluyen yoga y taichí.
Los ejercicios de fortalecimiento ayudan a desarrollar músculos fuertes para que puedan soportar mejor las articulaciones. Hay dos tipos de ejercicios de fortalecimiento: los ejercicios isométricos funcionan al tensar los músculos sin mover las articulaciones; y los ejercicios isotónicos fortalecen los músculos al mover las articulaciones. Los ejercicios de fortalecimiento se pueden hacer cada dos días después de algunos ejercicios de flexibilidad.
- Las personas con artritis deben evitar actividades aeróbicas de alto impacto, como correr, saltar, jugar tenis o cualquier deporte que implique repetir el mismo movimiento una y otra vez. En cambio, se recomiendan actividades de bajo impacto, como caminar, andar en bicicleta o nadar, para mejorar la salud cardiovascular y controlar el peso.
- El tipo de actividad que elijas dependerá del tipo de artritis que tengas, las articulaciones afectadas y su estabilidad, la cantidad de inflamación, cualquier reemplazo articular y otras limitaciones físicas. Comienza lentamente y de forma eventual realiza hasta unos 30 minutos de actividad aeróbica tres veces por semana.
- Puedes dividir ese tiempo en incrementos de 10 minutos para adaptarte mejor a tu nivel de comodidad o para no esforzarte de manera excesiva. Trata de elegir ejercicios que te gusten y que encajen en tu horario diario.
No permitas que la artritis te haga bajar el ritmo. A largo plazo, estar inactivo puede conducir a atrofia muscular y aumentar aún más la inestabilidad articular. El ejercicio no sólo puede ayudar a que tus articulaciones se sientan mejor, sino que también puede disminuir la ansiedad, mejorar tu estado de ánimo y promover la relajación. Para obtener más información acerca del ejercicio y la artritis, habla con tu médico.